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Location: Villa María - Córdoba, Argentina

Licenciada en comunicación y periodismo. He trabajado en medios gráficos, radio, Tv e intenet. Disfruto la producción y la tarea multimedia.

Tuesday, April 27, 2010

Villa María: Olvido y progreso


Una ciudad que cumple 141 años y hoy se debate entre su crecimiento indiscutido y el evidenciado deterioro de su patrimonio histórico y cultura.
Museos vacíos, primeras construcciones abandonadas, falta de presupuesto para cultura parecen ubicarse en las antípodas de la llegada de los hipermercados, la autopista, las universidades y la explosiva edificación, poniendo sobre el tapete la necesidad de medidas que conjuguen el ayer con los nuevos vientos en armonía.

Por: Lucía Pairola

Antes y después
- Primer almacén de Ramos Generales-
“El presente, uno de los tiempos de la historia, no es puro instante, sino la trama vivencial en donde el pasado insiste y proyecta su ilusión sobre el porvenir”. Frase que escuché alguna vez y se repite incesantemente, como estación de un vía crucis, en cada parada de un recorrido por los lugares históricos de Villa María.
Varias ordenanzas enumeran una interminable lista de espacios que han sido declarados patrimonio histórico, arquitectónico o cultural de la ciudad. Les imprimen ese carácter por ser de vital importancia para Villa María y sus habitantes, valorando con ello la necesidad de su cuidado para la posteridad.
Ante lo dicho, muchos vecinos de diferentes instituciones o de forma independiente han marcado el incumplimiento de la legislación local afirmando “la falta de voluntad política” plasmada en el evidente abandono del patrimonio ciudadano.
“El deterioro de muchas casas que han sido declaradas patrimonio cultural de la ciudad son fruto de elegir que la desidia se lleve el patrimonio y a así poder asegurar que no sirven para nada y voltearlos”, explicó a El Sur Alejandro Lopéz, vecino dedicado a investigar la historia de Villa María y que hace varios años dirige la revista cultural local “Compartiendo”.
Enumeró el abandono de la primera pulpería de la ciudad - ubicada en la calle Tucumán- a la que hoy los años y la falta de mantención le desdibujan la fachada borrando su raíz: “Es que el Estado se resguarda diciendo que algunas son privados, pero ni con una bolsa de cemento portland colaboran para mantenerla”.
Del mismo modo, Jesús Chirino, quien estuvo más de cuatro años al frente del Archivo Histórico municipal aseguró que “es función del Estado bregar por el patrimonio, más allá de quién sea su dueño, destinando presupuesto o gestionado fondos para la restauración y el sostenimiento”. Al mismo tiempo, agregó: “Me duele pasear por la ciudad y ver como dejamos en manos del llamado ‘progreso’ la memoria de los villamarienses”.
El inventario del abandono es grande, incluye las primeras escuelas, el Mercado Mitre, la primera administración del ferrocarril, la casa de Amadeo Sabatini, la antigua municipalidad y el ex obispado, entre otros edificios antiguos. A ello se suman, algunos inmuebles que quedaron en manos de privados y que han sido restaurados exitosamente, mezclando la rica arquitectura antigua con los nuevos estilos y en contraste con los que despreciando el pasado demolieron los edificios de forma total o dejando sólo algunos detalles.
No obstante, el mayor “dolor” para los vecinos es la perdida del túnel “Los Hermanos Secco”, que cruzaba las vías del tren y que hoy se encuentra cerrado a pesar de importantes movilizaciones. “Aunque sea por curiosidad, debe ser el único túnel que se ha puesto en pié como solución encontrada en los primeros tiempos para cruzar las vías”, coincidieron Chirino y López.
Frente a lo expuesto, Gerardo Russo, director la Universidad Popular – organismo que centraliza la actividad cultural, educativa y de juventud- en diálogo con este medio admitió que “el boom inmobiliario muchas veces no atiende la preservación del patrimonio de nuestra ciudad”. Aseguró que a partir de este año existe una figura de Dirección de Patrimonio Histórico, que busca evaluar esta evidente situación.
Aunque admitió que “si el Estado tiene la decisión de preservar los edificios históricos debe expropiarlos, restaurarlos y mantenerlos”, pero que es “imposible” ésta última opción para la actual gestión municipal entendiendo que existen “otras prioridades”.

Museos, lo que queda

En Villa María la historia brota por cada rincón y como en toda ciudad no hay mejor lugar para proteger y hacer perdurar en el tiempo cada objeto u obra de arte que los museos.
Aquí muchas reliquias se han perdido, y hasta un museo intacto se ha cerrado por la falta de cuidado y el desinterés de los gobiernos.
En la actualidad, la Asociación Amigos del Museo Bonfiglioli pelea y mantiene en pié este espacio cultural gracias al compromiso generoso y el deseo de perpetuar la historia.
“La Asociación cuidó las obras del patrimonio municipal, las conservó y se encargó de restaurarlas, gracias al aporte de 50 pesos anuales realizado por los vecinos”, explicó la presidenta de la asociación Patricia Rampulla de Baigorri.
Ella admitió que en la actualidad no se recibe ayuda económica del municipio, salvo el espacio físico reducido que se comparte con variedad de áreas municipales, como Juventud, Cultura, Educación y Minorías Sexuales, entre otras.
“Depende del gobierno, algunos destinan dinero para la cultura pero otros muy poco y nosotros buscamos subsidios o directamente lo ponemos de nuestro bolsillo”, sostuvo la representante de la asociación que hoy resguarda más de 300 obras de arte.
Aunque son numerosas las pinturas y esculturas que el Museo Bonfiglioli ostenta, estas están protegidas en una sala de guarda, ya que se pueden exponer muy pocas en el salón dispuesto para ello por la falta de espacio físico.
“Entendemos que nos queda chico y que no queremos ser postergados”, manifestó Patricia, quién además agregó: “Pensamos que la movida se da de abajo para arriba, nace desde nosotros hacia los gobiernos. No son los brazos de los gobiernos hacia la cultura sino que es desde abajo que insistimos hacia los gobiernos. Algunas veces responden y otras no”.
Desde hace 40 años la Asociación sostiene al museo y recién este año se creó el cargo municipal de director de este espacio cultural, dándole así un nuevo impulso.
Vale aclarar que en ningún lugar de la ciudad existe un cartel que haga conocer que en esta localidad hay un museo con el nombre, del mundialmente reconocido artista, Fernando Bonfiglioli.
Por otro lado, en lo que respecta a espacios dedicados a exhibiciones la ciudad hace unos seis años ya no cuenta más con el impactante “Museo Antártico” que llevaba el nombre del glaciólogo y pionero investigador, nacido en esta ciudad, César Augusto Lisignoli, inaugurado en 1981.
Según se pudo conocer, el tiempo, la desidia y la mala administración terminaron con cada animal embalsamado y objeto que allí se exponía, procurándole el fin al único museo monotemático especializado en el tema antártico.

Cerca del cielo
El 27 de septiembre Villa María cumple 141 años. Mientras su historia, parece quedar a la deriva y en manos de simples vecinos, que intentan de forma “heroica” conservarlo, el progreso pisa fuerte y quiere quedarse.
La cantidad de ladrillos y cemento colocados en una ciudad son también un índice claro de su crecimiento y sobre ello Villa María puede hacer alarde, sin temor a equivocarse.
Porque según la Gerencia de Estadísticas y Censos de la Provincia de Córdoba, la Subsecretaría de Ordenamiento Urbano de la Municipalidad de Villa María y el Centro Estadístico Regional (CER) desde 1994 hasta el 2007 – últimos datos publicados- miles de paredes se han levantado.
La muy buena rentabilidad lograda por el sector agropecuario, que ha generando importantes inversiones inmobiliarias en la ciudad, sumado a la demanda del sector comercial que exige la apertura de nuevos locales y la fuerte necesidad de alojamiento para los miles de estudiantes que llegan a la ciudad, hacen entender el porqué del crecimiento geométrico en la construcción local
Así, se conoció que en los últimos 14 años los metros cuadrados edificados en Villa María superan el millón (1.105.068 m2). Ésta cantidad, para ser más claros, podría compararse a la construcción de 18.418 departamentos de aprox. 60 metros cuadrados (baño, cocina, comedor y una habitación). A un increíble promedio de 1.315 departamentos por año.
“Villa María en los últimos 15 años se ha convertido en un polo educativo y productivo que de pronto debió albergar a miles de personas de otras localidades y ello llevó a un crecimiento explosivo en altura”, sostuvo Jorge Teobaldi, presidente del Colegio de Arquitectos de Villa María.
Aunque destacó que el furor de la construcción va en descenso “no se detendrá porque los nuevos matrimonios y los jóvenes que se independizan necesitan viviendas y hay que darles respuesta”.
Es necesario agregar que del total de los metros cuadrados construidos desde el 1994 hasta el 2007, el 80 por ciento representan construcciones nuevas y el restante 20 por ciento pertenece a ampliaciones realizadas en viviendas ya existentes.
Lo expuesto evidencia la fotografía de una ciudad que busca en la altura la posibilidad del crecimiento, siguiendo los pasos de las grandes metrópolis, abandonando las edificaciones “chatas” para acercarse cada vez más al cielo.


Hiper- problemas
Los vecinos de las ciudades que crecen disfrutan de grandes beneficios pero también deben amoldarse a algunas dificultades que ello conlleva.
Así la llegada de los supermercados de grandes superficies es resistida por algunos comerciantes que advierten que “sin ser encarado correctamente puede traer dificultades para los pequeños y medianos comercios de la ciudad frente a la fuerte y difícil competencia”, explicó a este medio Roberto Salomón, presidente de la Asociación de Comerciantes de Villa María (ACOVIM), entidad que nuclea comerciantes de la ciudad.
Salomón también señaló que tanto la autopista que une Córdoba con Villa María, como la llegada de los hipermercados “nos pone en alerta para no acomodarnos y pensar estrategias que nos posicionen frente a los monopolios”.
Una de las ideas que viene impulsando la entidad es la apertura de un nuevo sector comercial en la ciudad, solicitando que el municipio done terrenos y construya locales para ser otorgados por 90 años a comerciantes que no posean local propio.
“Ellos vienen a hacer dinero y llevárselo de aquí, nosotros los enfrentamos como hace años y vivimos aquí con nuestras familias y pagamos alquileres exorbitantes”, se quejó Salomón sobre las grandes empresas que se instalan en la ciudad.
Desde la empresa Súper Top, que hace días inauguró la sucursal más importante de su cadena en Villa María (un salón de ventas de 1200m2, más cámaras, panadería, depósitos y 3 plantas de cocheras) la mirada sobre la ciudad es distinta.
“Se pensó en Villa María para instalar la sucursal más grande por varias razones, entre ellas porque es una plaza muy dinámica y además la anterior sucursal había quedado chica, nos faltaba espacio para satisfacer las necesidades de nuestros clientes”, explicó Francisco Héctor Gutiérrez, fundador de la empresa Súper Imperio S.A (Supermercados TOP).
Sobre la discusión de los hipermercados advirtió que “en ninguna de las localidades donde estamos presentes (8) hemos afectado al comercio tradicional”, aunque dejó claro que ellos, por las dimensiones, no ingresan en la categoría de grandes superficies.
Por último, otro de los negocios que muchos señalan como afectados directos por el desembarco de las grandes superficies comerciales son las despensas de barrio, aunque Alfredo, dueño de mini mercado en barrio Lamadrid, sostuvo: “No le tenemos tanto miedo a los híper, ya que creemos que le va hacer competencia a los supermercados grandes que hay y no a nosotros”. No obstante sumó: “Sabemos que trabajaremos más con pedidos pequeños y soluciones rápidas para los vecinos y no podremos competir con precios”.

Un cumpleaños más es sin duda un momento de preguntarse y responderse. De encontrar en el sosiego el tiempo para evaluar y hacer balances. Vemos lo que fuimos, lo que somos y nos ponemos de cara a lo que anhelamos.
Si entendemos que el descubrimiento y la valorización del patrimonio de una ciudad nos permiten valorar su capacidad para convertirse en protagonistas de su propio desarrollo, nos encontraremos en el camino correcto para responder a lo que estamos llamados a ser.

publicada por la Revista ¨El SUR ¨ - 2008



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